Hoy por ejemplo, amanecí con carencia de compañía masculina, y no se malentienda pues no hablo específicamente de sexo -cosa que si viene no está de más-, hablo de ese “no sé que” que tienen los hombres, ese olor imperceptible, ese calor y el palpar esos brazos fuertes entrelazados alrededor de la cadera, que abrazan y dan aquella sensación de protección, de compañía.
Es “divina” esa sensación que da el sentirse la “chica de”, y no soy machista al respecto, no lo digo en el sentido de sentirse el objeto “propiedad de”, hablo de la sensación de seguridad y la satisfacción que da aquello de sentirse querido, deseado, protegido, acompañado, amado por el otro, en este caso la pareja, pienso que a toda persona, hablo en especial de la mujer, se siente agradada por dicha sensación de “pertenencia” …
De regreso a mi carencia, debo aceptar que esto me deprime profundamente, me pone susceptible y me hace caer en ciclos en los que me debato entre optimismo y desesperanza. Es aquí donde me comienzo a preguntar ¿qué es lo que realmente estoy buscando YO? y donde me ahogan las dudas, e indecisiones ¿Es simplemente en un hombre? ¿o es un amante apasionado, un amigo, un grupo de amigos y amigas, una relación seria, un vacilón de un rato? ¿Qué es lo que me pide el corazón?